6○ ETAPA LOS NAVALUCILLOS LOS ALARES.
Roberto nos prepara el desayuno unos cafelitos y unas tostadas,desayunamos rápido porque Carmelo nos espera en la puerta para ir a la cuadra .Allí damos un pienso y equipamos , y a eso de las ocho comenzamos la marcha .Frente a nosotros se levantan unas enormes montañas que parecen infranqueables .poco a poco dmpezamos a subir por una carretera que serpentea entre los valles ,vamos por la carretera para no perdernos, estamos en el corazón de Cabañeros.Vamos ascendiendo hasta llegar a la cima de la montaña y desde allí vemos que solo es la primera de docenas de ellas que se levantan en nuestro camino.Estamos rodeados de valles con otoñales robles, jaras pinos y riscos.Encontramos varias fuentes con pilones para refrescar las caballerías, y a nuestra izquierda dejamos un pantano y una zona llamada las becerras.Así subimos y bajamos durante 17 km, hasta que el olor a humo de estufa de leña nos anuncia la llegada del pueblo Robledo del Buey.Buscamos el bar,un par de cañas y compramos dos bocatas y una botella de vino para la bota, mientras el cantinero nos indica un camino para evitar la carretera hasta nuestro destino.
Subimos por cortaderos entre pinos y madroñeros, al llegar al collado nos comemos los bocatas con el vino y unos madroños de silvestres de postre.Comenzamos el descenso rodeados de pinos y Rosi le señala a Toño una pareja de corzos que cruza el camino.Después vemos otros siete y una pareja de ciervas.Los Alares aparecen en el fondo del valle y allí buscamos a Carmelo, el dueño de la Casa rural Carmelo y de el bar del pueblo.Este amable señor, nos deja un corral para los caballos y un pastor vecino nos da un cuarto de saco de avena.Hoy también hemos dado con buena gente.Ver más
Roberto nos prepara el desayuno unos cafelitos y unas tostadas,desayunamos rápido porque Carmelo nos espera en la puerta para ir a la cuadra .Allí damos un pienso y equipamos , y a eso de las ocho comenzamos la marcha .Frente a nosotros se levantan unas enormes montañas que parecen infranqueables .poco a poco dmpezamos a subir por una carretera que serpentea entre los valles ,vamos por la carretera para no perdernos, estamos en el corazón de Cabañeros.Vamos ascendiendo hasta llegar a la cima de la montaña y desde allí vemos que solo es la primera de docenas de ellas que se levantan en nuestro camino.Estamos rodeados de valles con otoñales robles, jaras pinos y riscos.Encontramos varias fuentes con pilones para refrescar las caballerías, y a nuestra izquierda dejamos un pantano y una zona llamada las becerras.Así subimos y bajamos durante 17 km, hasta que el olor a humo de estufa de leña nos anuncia la llegada del pueblo Robledo del Buey.Buscamos el bar,un par de cañas y compramos dos bocatas y una botella de vino para la bota, mientras el cantinero nos indica un camino para evitar la carretera hasta nuestro destino.
Subimos por cortaderos entre pinos y madroñeros, al llegar al collado nos comemos los bocatas con el vino y unos madroños de silvestres de postre.Comenzamos el descenso rodeados de pinos y Rosi le señala a Toño una pareja de corzos que cruza el camino.Después vemos otros siete y una pareja de ciervas.Los Alares aparecen en el fondo del valle y allí buscamos a Carmelo, el dueño de la Casa rural Carmelo y de el bar del pueblo.Este amable señor, nos deja un corral para los caballos y un pastor vecino nos da un cuarto de saco de avena.Hoy también hemos dado con buena gente.Ver más
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