Bajando hacia un olivar en un pequeño valle hicimos un fuego para cocinar unas salchichas con vino, ya que la cocina se quedo con Litrona.Las salchichas estaban bonísimas,pero el cazo se quedó lleno de tizne, y nosotros oliendo a humo.Toño tubo que luchar contra las ganas de sestear tumbado en la tierra como un arraclan cebollero, pero continuamos la marcha al subir una loma vemos en el horizonte la silueta del castillo de Almonacid,esta pequeñita silueta nos llena de animo para recorrer los 15 km que nos quedan.Bien entrada la tarde pasamos por Almonacid e hicimos una pequeña parada en el pilón de la iglesia donde nuestros caballos aprovecharon a beber.
De Almonacid seguimos hasta el hotel Villa Nazures a tres quilómetros donde nos hospedamos y los caballos estuvieron muy bien atendidos Por Mohamed.El lujoso hotel nos recordaba a alguna película de vampiros ya que solo estábamos alojados nosotros,y todo el personal a nuestro servicio.Después de pegarnos una ducha en ese lujoso baño bajamos a la cafetería a tomarnos con ansias la cerveza tradicional de después del duro camino.Nos visitaron familiares y amigos y cenemos un pueblo cercano,nos trajeron una paqueña maleta para reducir aun mas el equipaje.
El sol sale entre las primeras estrivaciones de los montes de Toledo, entre modernos molinos de viento,nuevas tecnologías con viejas energías.
Antes de salir recordamos la película de vampiros cuando nos traen la cuenta.La marcha comienza alegre,los estómagos llenos y la bota de Diego también.Tierras llanas de cultivo nos llevan hasta Ajofrin, el vuelo de las perdices y el corretear de algún conejo rompen el monótono paisaje.En Ajofrin hacemos compra y llenamos las alforjas con el almuerzo, un perro pequeño , negro y con los dientes de abajo sobresaliendo por delante del hocico, gruñe a Rosi al entrar al pequeño super Tole.El Gps nos conduce hacia Mazarambroz entre al almendros olivares tierras de labor,al sur nos acompaña en paralelo una cadena montañosa que nos marca la dirección hasta nuestro destino.
Tras un repecho el paisaje cambia ,monte y encinas bañan el paisaje, y un riachuelo refresca nuestros caballos, Socrates y Zascandil.En pocos km el camino muere en una alambrera, junto a un colmenar,damos la vuelta y preguntamos a un simpático señor de barba blanca que indicándonos con el dedo hacia unas ruinas,nos señala el camino.Seguimos esa dirección pero los caminos se dividen desorientandonos hasta que encontramos una senda que atraviesa el vallado por una estrecha puerta con alambre de espino,idea de los señoritos.
Comimos en una paradisiaca vaguada dentro de la finca privada, junto a un cauce seco y arboles centenarios mientras nuestras monturas pastaban amarrados a una carrasca.Después de el bocata de choped del cuadrado con tomate,seguimos senda arriba, la cual volvió a dividirse en dos en cuatro... y así nos perdimos.carrascas, encinares y mas tierras de cultivo,nos acercamos a un pastor que nos contesto de mala gana que no era de por allí, seguramente asesorado por su jefe Gracias a las nuevas tecnologías que antes nos había perdido,ahora nos llevó hasta la otra punta de la finca a troncha tierras y esperando a ser regañados en cualquier momento.Que alegría al ver una puerta abierta en la alambrera,pequeño vestigio de lo publico.
Un buen camino nos llevo hasta Pulgar y de hay a Cuerva,de nuevo las tierras llanas de cultivo llenan el paisaje.En Cuerva dormimos en la casa Rural El Rodeo, y los caballos en un corralón.
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